PROCESO DE HOMINIZACION
El concepto de hominización
hace referencia a las diversas etapas que componen el desarrollo evolutivo de nuestra especie. Este proceso implica diversos
cambios en el género Homo desde sus primeros exponentes hasta el ser humano
actual. Cada fase del mismo se encuentra caracterizada por la adquisición de
una determinada condición en la especie, que la diferenciaría del resto de los
seres vivos, incluidos los primates.
Los científicos creen que las líneas de
evolución de las personas y de los chimpancés se distanciaron hace
entre cinco y siete millones de años. Esta separación no se detuvo ya que la
especie del ser humano continuó derivando en nuevas ramificaciones y otras
especies, de las cuales la única que subsiste en la actualidad es el mencionado
Homo sapiens.
ETAPAS DEL PROCESO DE
HOMINIZACIÓN
Las condiciones particulares que diferencian al ser humano de los
primates son su posición erguida, su bipedismo
(los primates caminan en cuatro patas), un cerebro más grande y mandíbulas y dientes más pequeños y la
capacidad de expresar ideas y sentimientos a través de sonidos o expresiones corporales. Dichas características fueron
adquiriéndose paulatinamente a través de la selección natural, es decir que,
aquellos que supieron
adaptarse a los cambios, fueron
quienes no perecieron.
Se sabe que los primeros homínidos existieron en África y a partir de
ese punto conquistaron el resto del mundo. En un comienzo eran vegetarianos,
pero pronto incluyeron la carne en su dieta a causa de la escasez de alimentos
vegetales; se cree que la inclusión de este elemento en la alimentación
permitió el ensanchamiento de su cerebro.
El ser humano comparte un tronco con los chimpancés, sin embargo su ADN
es un 1% diferente. Según lo han revelado diversos estudios, hace alrededor de
5 millones que se produjo la separación de ambas especies; fue entonces cuando
aparecieron los primeros homínidos, los cuales contaban con las características que definirían
definitivamente nuestras especies: la
postura erguida y el bipedismo.
Filosóficamente hablando se podría decir que lo que hace al hombre un
hombre es la misma racionalidad, ya que el hombre tiene la capacidad de hacer
ciencia y filosofía, la capacidad de innovar, descubrir y mediante aquello
satisfacer sus necesidades por medio de sus decisiones. Lo que distingue al humano de los otros animales es la
racionalidad, la capacidad crear lenguaje y distinguir una cosa de otra
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