FIESTA DE TODOS SANTOS

 Quizá para muchos de nosotros “Todos Santos”  no signifique nada. Este tipo de celebraciones forman parte de otras generaciones, pero no la nuestra. Hoy en día la importancia que nosotros como jóvenes le damos a esto es mínima, tal vez porque  jamás le prestamos la atención necesaria y saber lo que realmente significa esta fiesta en nuestra cultura.
Esta no es una fiesta más como otras, como diría mi abuela esta es la oportunidad de volver a estar cerca de quienes amábamos y fueron parte de nuestra vida. Tal vez no los veremos físicamente, pero al menos por unas cuantas horas su alma estará junto a nosotros disfrutando de lo hoy preparemos para ellas.
 Todos Santos es una celebración que se lleva a cabo el primero de noviembre de cada año. Tiene un significado espiritual muy importante para cada una de las personas. Se cree que el 1ro de noviembre a las 12 pm. Las almas retornan a sus hogares a visitar a sus familiares. Es por eso que las familias de estos difuntos preparan  el  Mast’aku (mesa de todos santos).
El entusiasmo por recibir al difundo con lo mejor es muy grande. Las familias trabajan días antes para tener todo listo. En algunas ocasiones se ve hasta 5-6 platos diferentes de comida una variedad enorme de masitas y todo lo que le gustaba tomar a esa persona.
No existe una regla de qué se deben poner en las mesas, pero las cosas que no tienen faltar indudablemente son las tantawawas, escalera, una cruz (todas hechas de pan), además del plato favorito, agua y la foto del difunto.
 Este es el mejor recibimiento que la gente le puede dar a sus difuntos, ya que en ella ponen todo lo que en vida le gustaba comer y tomar a la persona fallecida. En la mesa se pone una variedad enorme de masitas, galletas, comida, bebida. El tamaño de la mesa depende de los años de muerte que tenga las personas.  En los tres primero años de muerte la mesa es mucha más gran que pasado los 3 años.
Toda la familia se reúne a comer ese día en espera de la llegada del alma de su familiar. Por la tarde todos salen en familia o grupos de amigos a rezar a las diferentes casas. Los niños son los más esperados por la gente, ya que son quienes rezan con más entusiasmo. Cantan y rezan con mucho fervor, como agradecimiento de esto se les invita masitas y todo lo que la familia preparó.

Al día siguiente la mesa tiene que ser retirada por alguien que no sea de la familia. Este se lleva todo lo que se puso en ella, nada se debe quedar con la familia. Después la gente acostumbra a ir a los cementerios con masitas para que los niños o gente que se encuentre en el lugar recen por el alma de los muertos.
Esta es una festividad muy a pesar de los años aún se mantiene viva. Las personas continúan con su celebración de la misma manera. Se realiza con el mismo ánimo y fe que todos los años.




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